1987
La mayoría de los aparatos de nueva construcción contenían pequeñas cocinas. A menudo, contar con un espacio superior a 60 cm para el lavavajillas era algo raro. A aquellos que todavía insistían en la calidad de vida en la cocina se les ofrecía una atractiva solución: el nuevo lavavajillas Siemens de 45 cm. Su concepto tecnológico, que incluye un intercambiador de calor y secado por condensación se concibió para obtener unos resultados realmente brillantes.
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